domingo, 4 de noviembre de 2012

Tombuctú de Paul Auster


Esta novela es realmente corta, y es el primer libro que leo de este escritor estadounidense, la historia es muy tierna, contada desde la perspectiva de un perro que nos cuenta sobre los amos que ha tenido durante su existencia, lo que siente y como enfrenta el ser un perro en un mundo dominado por seres humanos.  Sobre todo el primer dueño, con el cual haciendo una similitud al amor, resulta el más importante de su vida, además del menos típico de todos.
El nombre original del perro es Míster Bones, pues conforme la vida lo obliga a cambiar de dueño, también cambia el nombre que le dan, pero  vamos descubriendo que todos los demás nombres no significan gran cosa para el, o ni siquiera le gustan, pero sabe que son un requisito que debe cumplir, para ser aceptado.
Por acá copio algunos de los pasajes que mas me gustaron:
En esta parte uno de sus dueños, un niño chino le cuenta a Mr. Bones que es el beisbol:
Lo primero que Henry hacia en la mañana nada más encontrarse con Míster Bones en la esquina era introducir unas monedas en el expendedor de periódicos y sacar un ejemplar del Baltimore Sun. Luego, tras cruzar apresuradamente la calle, se sentaba en un banco abría la sección de deportes y le leía a Míster Bones una crónica del partido de la víspera. Si los orioles habían perdido, su voz era triste y melancólica, a veces hasta tenia un dejo de rabia. Míster Bones aprendió a desear la victoria y a temer la perspectiva de una derrota, pero nunca llego a entender del todo lo que Henry quería decir cuando hablaba  del –equipo- . Un oriole era un pájaro, no un grupo de hombres, y si la figura de color naranja que Henry llevaba en su gorra negra era efectivamente una oropéndola, ¿Cómo podía participar en algo tan extenuante y complejo como el beisbol? Tales eran los misterios del mundo nuevo en el que había entrado. Oropéndolas que se enfrentaban con tigres, urracas que peleaban con ángeles, oseznos que combatían con gigantes…, eso no tenía sentido alguno. Un jugador de beisbol era un hombre, pero en cuanto se unía a un equipo se convertía en un animal, en un mutante o en un espíritu que vivía en el cielo cerca de dios.
Recordando a su primer dueño:
Era la primera vez desde la muerte de su amo que estaba en condiciones de pensar en tales cosas sin sentirse molido de dolor, la primera vez que entendía que la memoria era un lugar, un sitio de verdad al que podía ir y que pasar un momento entre los muertos no era necesariamente malo, que podía ser en cambio una fuente de gran consuelo y felicidad.
 
Un libro corto pero realmente delicioso, el cual me abre la curiosidad para buscar más libros de este autor.
Y para saber que es Tombuctú hay que leer el libro.

 

Chica ago-go

6 comentarios:

  1. ¿no la has propuesto para el grupo? se ve interesante. saludos. Hilda

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  2. Hola Hilda, fijate que no se me ha ocurrido, lo voy a pensar, pero como no he tenido suerte las ultimas veces :-(, saluditos.

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  3. Qué linda historia!!! Sólo me mencionan el béisbol y ya quiero leerlo, jajaja.
    Gracias por compartirlo, saluditos!

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  4. Eso me imagine¡¡¡¡, a mi esa parte me dio mucha risa, y no se porque, me acorde de unos pajaritos rojos, saluditos.

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  5. Marisol, no importa que no tengas suerte las últimas veces, tú proponlo, se ve interesante :) saluditos.

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