ACOTACIÓN: El día de hoy amaneció nublado, con un aire frio, el cual fuertemente agitaba techos de lamina, anuncios espectaculares y dejaba montículos de arena a lo largo del malecón, como hace mucho tiempo no hacia; me baje del carro aproximadamente a la altura de las escolleras, sintiendo en la cara el aire frio mezclado con la sal y arena, sintiendo bienestar, en un sentido tan sencillo, una purificación, como si este aire de mar pudiera de algún modo soltarte, hacerte sentir ligera y sonriente.
Recién termine el libro de Mishima o la visión del vacio de la escritora francesa Marguerite Yourcenar, me encanto, tiene una puntualidad además de unas ideas profundas, objetivas con mucho simbolismo, sin caer en un lugar común que a veces las mujeres escritoras tienden, la ensoñación, el tratar de matizar lo malo hasta convertirlo en algo dulce, sumamente empalagoso y fantasioso.
Es todo un personaje el escritor japonés Yukio Mishima, homosexual, criado por una abuela rara, siendo testigo de la caída del imperio japonés y la intrusión de el occidentalismo en una sociedad que se mueve en otro ritmo, donde el cuello femenino es capaz de ser sensual, atisbándolo a través del kimono.
En esta obra se analiza de manera muy profunda la obra de Mishima, desmenuzando las ideas, los aciertos, los errores, sobre todo la ideología escondida detrás de cada libro. No se busca la ruta fácil de concentrarse en los detalles de la muerte de Mishima como un acto voluntario tan planeado, como una salida a comer, o unas vacaciones.
Aunque solamente he leído Confesiones de una mascara, este libro me marca la pauta de conocer mas obras de este escritor, a sabiendas que mi lado occidental, solamente me dejara poder admirar, mas a veces no entender la manera oriental tan diferente.
