EL TERCER MIEMBRO DE LA FAMILIA

Aunque a veces nos desespera, nos hace trabajar limpiando sus ‘gracias’, como destrozar un mechudo, comerse los collares, rayar el carro con sus garritas, hacer caca cada cinco pasos, formando apestosos montículos a lo largo y ancho del patio.

Seria injusto no reconocer las cosas buenas, como los días que decidimos salir a caminar y desde que ve su correa, salta como chapulín anticipando el momento, se sienta muy modosito para recibir su comida, y es capaz de pararse en dos patas y casi darte un gran abrazo.

No es de raza, mas bien parece una mezcla de labrador con,mmmmm espérenme, no logro discernirlo.

Por la noches ladra si alguien se acerca o pasa muy cerca de la casa, sus ladridos son fuertísimos, pero si llegamos a la casa y no pasamos a verlo, puede llorar como un perrito cachorro, cuando casi tiene dos años.

Chica ago go