jueves, 22 de febrero de 2018

Boris Vian, La espuma de los días



Una historia que en resumidas cuentas habla sobre dos amigos que encuentran cada uno el amor, pero en ese encuentro las cosas parecen ponerse muy rudas, en lugar de llegar la felicidad, llega la enfermedad, la pobreza, la muerte y sobre todo la reducción.

El mundo donde viven es alucinante para el lector, desde un inicio nos hablan de soles en plural, ratones que viven en la casa y que hablan, centros de mesa con embriones de pollo, un pianococtel inventado por Colin, uno de los protagonistas, este piano al momento que tocas una pieza va preparando un coctel de acuerdo a medidas e ingredientes en armonía con la música que el pianista va produciendo.

Colin es rico, guapo, agradable, tiene un amigo que se llama Chick, el cual es guapo, pobre y obsesionado con un escritor llamado Partre.

Durante la narración cada uno consigue encontrar al amor de su vida, ser feliz con él y al final perderlo. La única diferencia es que Colin hace hasta lo imposible por retener el amor, pero al final parece que no consigue detener la perdida que en su camino arrasa con todo lo que tenía, y todo lo que era Colin.

En cambio Chick hace hasta lo imposible por perder el amor que parece aferrarse a él de una manera voluntariosa y total, en este caso Chick tiene éxito y consigue perderlo todo también.

Adicional a la historia de amor y los conflictos que existen durante la trama, el punto mas importante de este libro son las situaciones que se narran, tan inverosímiles, tan imaginativas y al mismo tiempo tan congruentes con una evolución enferma de los seres humanos, un futuro donde no existe respeto a la vida, a la naturaleza, a la bondad. Todas las cuestiones que nos importan ahora, parecen importar en ese futuro, pero de una manera degradada, perversa, y al mismo tiempo hermosa, lo único que prevalece es el poder del dinero.

Un libro que recomiendo ampliamente, y que me hace preguntarme por qué no es más reconocido. Hasta ahora es lo mejor que he leído en el año.


Boris Vian: nació en 1920 en Ville D’Avray, un suburbio de París. Fue un autor prolífico, y siempre controvertido: aparte de escritor, poeta y traductor, fue ingeniero, cantante y músico de jazz. Se relacionó con la intelectualidad existencialista de la época y, en el parisiense Saint-Germain-des-Prés, conoció, entre otros, a Ellington, Davis y Parker. Obtuvo el título de ingeniero en 1942 y un año después escribió sus primeras novelas, Trouble dans les Andains y Vercoquin y el plancton.

Vian firmó una decena de obras de literatura, la letra de cientos de canciones y varios libretos de ópera. Entre sus obras literarias se encuentran La espuma de los días (L’écume des tours, 1946), Las hormigas (Les fourmis, 1949), La hierba roja (L´herbe rouge, 1950), El arrancacorazones (L’arrache-cœur ,1953) o El Lobo – Hombre (Le loup-garou), una serie de cuentos cortos que escribió entre 1945 y 1952.
Murió en 1959 antes de cumplir cuarenta años, cuando se encontraba en el preestreno de la adaptación cinematográfica de su novela Escupiré sobre vuestra tumba (J’irai cracher sur vos tombes, 1946), obra crítica con las condiciones de vida de la raza negra estadounidense.

Chica ago go


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