Aunque todos tenemos
nuestro lado malévolo, la idea es andar por el mundo con una sonrisa y tratando
de ser amable, pero hay ciertas personas
que tienen la habilidad de sacar lo peor de uno
Heme llegando a la
caja después de una hora esperando, aun así porto una gran sonrisa, perooooooo
la bomba explota cuando la cajera me dice que tengo que poner un dato de 4 dígitos
al anverso del cheque, cuando ella bien pudo hacerlo, y eso no es todo, que me
haga a un ladito para que atienda a otro cliente, y cuando sale mi demonio le
contesta que se lo escribo, pero que no me deje esperando………………., ella me
ignora y deja pasar a otro cliente, el termómetro
de el enojo en ebullición se dispara y me apoltrono en la caja de al lado y le digo
que como su compañera, una de la misma calaña(de las que gozan con el sufrimiento
del usuario), no me quiso atender, ahora ella lo haga, mientras cuchichean, yo
aprovecho para anotar el mencionado número en el cheque. Entonces le aviento el
cheque, y pongo cara de…………… dime algo y grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
En menos de un
minuto sin proferir queja, la cajera me proceso mi movimiento, yo salí del banco con la rabia nublándome el
cerebro, y las miradas puestas.
Uf, cuando la calma
llego, también llego la reflexión, porque tenemos que comportarnos de una
manera grosera para que algunas personas hagan bien su chamba…… ¿es gente masoquista?,
¿se aburren con las amabilidades?, ¿odian su chamba?
Chica ago-go
Chica ago- go eso es general, no sé por qué en los bancos especialmente, actúan de esa manera, no en todos por supuesto, son uno o dos los que se especializan en contratar gente de esa calaña, como si nos estuvieran haciendo un gran favor. Si te contara el sin fin de anécdotas que tengo al respecto, no alcanzarían los espacios disponibles, jaja, pero te comprendo y sé que uno quisiera ser amable todo el tiempo pero a veces es imposible :)
ResponderEliminarMiriam que bueno compartes mi dolor, :-(, me gustaria escuchar alguna anecdota, seguro es muy buena.
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