Ciudad de Cristal de Paul Auster

El género de novela policiaca es fácil y difícil, fácil para el lector pues sabemos que el libro nos muestra una muerte, posibles sospechosos y una trama donde el objetivo es poder discernir el nombre del asesino, las causas, todo esto guiado con las pistas que se van soltando. Difícil realizar buenas novelas de este tipo, se requiere de una meticulosidad, así como paciencia para ir tejiendo todo este enredo sin descubrirse demasiado rápido, y centrándose en el objetivo. En mi humilde opinión mientras más pequeños los libros de este género quedan mejores, pues realmente cada frase, cada acción conlleva una pista valida o falsa para ir descubriendo el acertijo. Esta introducción se me ocurrió debido a que el libro de Paul Auster lleva el engaño de ser una novela de este estilo, cuando no lo es. La novela es cortita pero tiene muchas cosas buenas, desde el protagonista que es un escritor mediano de novelas policiales que publica con un seudónimo. La anécdota que cambia el rumbo de este escritor llamado Quinn, es que un dia recibe una llamada de teléfono, donde preguntan por un detective de nombre Paul Auster, después de reiteradas llamadas donde él le informa a la persona que está equivocada, esta sigue insistiendo, Quinn toma entonces, la resolución de hacerse pasar por Auster, y concertar cita para ver a su posible cliente, a partir de ahí la vida cambia, y se sumerge uno en un ambiente surrealista, con personajes que parecen vivir en un mundo distinto, la manera en como retrata la ciudad de Nueva York se aleja radicalmente del mundo cosmopolita, y atractivo que estamos acostumbrados, inclusive uno de los personajes describe la ciudad como desolada, abyecta, donde todo está roto. El párrafo que más me llamo la atención fue con el que inicia la novela, y en vez de copiarlo decidí leerlo: Chica ago-go