Esta
novela corta es una joyita del escritor estadounidense Nathaniel West, muerto
prematuramente en un accidente de trafico cuando aún no llegaba a la cuarentena
de vida.
El
personaje principal es un tipo que se dedica a contestar cartas donde las
personas plantean problemas de su vida, su seudónimo es Miss Lonelyhearts, y así
es nombrado durante toda la novela, una de las rarezas que encajan muy bien con
el libro.
El
punto en que inicia la historia, Miss Lonelyhearts está redactando respuestas a
las cartas que recibe en su columna, intercaladamente nos dan muestra de las
cartas que recibe, que según nos comenta son más de 30 diarias. Una, es de una mujer
enferma, desgastada físicamente por los múltiples embarazos, a los cuales no
puede renunciar debido a su formación religiosa. Otra carta es de una joven que
no tiene nariz y quiere encontrar el amor.
Sabemos
que este tipo se metió a escribir en esta columna para ir escalando en el
diario, pero no sabemos cómo quedo entrampado y de repente todas esas tragedias
le han ido minando su espíritu y sus ganas de vivir.
En algunos
parrafos nos parece un nuevo mesías que ya no soporta las miserias de la
humanidad, y de algún modo intenta fallidamente ayudar, pero en su fuero
interior esta consciente que ese sufrimiento no tiene fin, al contrario se
multiplica exponencialmente.
Pero
en qué momento un tipo de lo más normal pasa por tal metamorfosis, internalizar
los dolores ajenos de una manera tan pletórica hasta llevarlo a un estado
permanente de tensión, yendo en cada decisión a un precipicio formado con las
cartas y sufrimientos de esos dolientes que confían en el para que les diga la
receta para solucionar de una vez y para siempre la infelicidad y miseria
humana donde se encuentran hundidos.
Realmente
una novela que cimbra algún resorte, sobre todo aquel donde se encuentran las
verdades a la vista que por conveniencia o miedo preferimos no voltear a ver.
Chica
ago go
La verdad es que suena interesante lo que describes, en que momento uno pasa a interiorizar los problemas de otro sin conocerlo y aunque no tengo la formación para contestar diré que como lectores somos incapaces de pasar inadvertidos todos nos toca y se vuelve parte de uno mismo.
ResponderEliminarSaludos
Cuando era niña, me gustaba leer en las revistas los correos de los lectores, o con la doctora Joyce jajaja, las preguntas de muchas personas, así que pienso que este libro es muy interesante y entretenido, gracias por comentarlo.
ResponderEliminarSaludos!