domingo, 16 de marzo de 2014

La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon

Este libro es uno de los más raros y alucinantes que he leído en los últimos tiempos, el inicio es la única parte normal que encontramos:
Una tarde de verano, al volver de una fiesta organizada por Tupperware donde la anfitriona había puesto quizás demasiado kirsch en la fondue, la señora Edipa Maas se enteró que la habían nombrado albacea de la herencia de un tal Pierce Inveraty.

Desde el nombre de la protagonista se inicia con los simbolismos que son recurrentes, no se supone que Edipo es masculino, nombrando un complejo típicamente masculino, que hace una mujer con un nombre como este…

A partir de esta anécdota empieza una especie de un road book muy peculiar, donde el surrealismo, los enigmas, simbolismos,  y muchas cosas raras se suceden, a mí me fueron dejando en una zozobra constante, tratando de entender una intrincada trama donde los personajes tienen una rareza común y la misma protagonista se va separando de esa vida normal que intuimos pero que nunca llegamos a ver. Uno lee las páginas tratando de descifrar el misterio que hay detrás, y el final es realmente memorable, podría decir que uno de los mejores que he leído.

Una de mis partes favoritas, fue cuando la protagonista nos cuenta que en un viaje a la Ciudad de México entra a una exposición y conoce el trabajo de la pintora española Remedios Varo, y se siente impresionada hasta las lágrimas por una de sus pinturas llamada Bordando el manto terrestre:
Se había mirado los pies y sabido entonces, gracias a un cuadro, que el punto en que aquéllos se apoyaban se había tejido apenas a 3000 kilómetros de distancia, en su propia torre, que por pura casualidad se llamaba México, y que Pierce en consecuencia, no la había sacado de ninguna parte, que no había habido huida. ¿De que deseaba tanto huir?. Una doncella cautiva de esta índole con tiempo de sobra para pensar, advierte muy pronto que la torre, su altitud y formas arquitectónicas son como el ser de la doncella, casualidad pura; y que lo que en realidad la mantiene donde esta es la magia, sin nombre, perversa, que le cayó encima desde el exterior y sin ningún motivo. Si la torre está en todas partes y el caballo libertador es impotente frente a su magia ¿Qué más puede hacerse?

El cuadro que impacto a la protagonista, el cual no se aprecia bien, pero son varias niñas que están como hilando, esas telas salen por los costados de la torre y forman el mundo:


 Debo confesar que al terminar de escribir esta reseña, correré a buscar información de este libro, pues realmente me dejo un gran signo de interrogación en muchos aspectos. Pues a pesar que lo termine hace varias semanas,  todavía me anda rondando en la cabeza.

Chica ago-go


2 comentarios:

  1. A mí el título de este libro no me atraería mucho, pero me doy cuenta que para ti eso no es ningún problema. Saluditos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y mas raro es la historia en si, pero me gusto lo alucinante que es. Saluditos

      Eliminar

BIENVENIDA LA PARTICIPACIÓN¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡