La isla bajo el mar de Isabel Allende

 Cuando tenía unos 15 años la única manera de conseguir libros en mi ciudad era ir a las tiendas de autoservicio, en unos 4 estantes como máximo estaban los libros disponibles recuerdo que fue la primera vez que me topé con un libro de Isabel Allende, no recuerdo el título, pero la asociación que hizo mi mente fue Isabel Allende – Salvador Allende – golpe de estado – Chile – no me apetece leer de política – mejor me llevo la biografía de Rock Hudson – mi padre me pagara el libro – Hurra.

Años después olvidado este incidente, era yo novia del dueño de mis quincenas, al conocer mi afición por leer, buscaba títulos para regalarme, y uno de ellos fue precisamente un libro de Isabel Allende llamado El plan infinito, ahí descubrí que de Isabel Allende era sobrina de Salvador Allende y escritora de novelas, no una eminente politóloga como erróneamente había creído.

Me gusto su estilo y me leí varios de sus libros, inclusive estaba totalmente identificada con su manera de ser y escribir, me daban ganas de conocerla y platicar con ella, esto duro algunos otros años, pero conforme ha pasado el tiempo y ahora que estoy en la treintena se me acabo el entusiasmo por Isabel Allende, aunque algunos libros me siguen agradando,  sus nuevos títulos debo decir se me han vuelto predecibles, fantasiosos y aburridos, aunque eso sí, siempre sentiré algo de debilidad por Paula,  al cual solo le quitaría el final demasiado cursi para una historia honesta.

No estaba interesada en leer otro libro de Isabel Allende, pero una buena amiga llamada Miriam, del blog Al paso de los dias, me recomendó La isla bajo el mar, y ante tal invitación no pude negarme.

La novela se encuentra ambientada desde el año 1770-1810, periodo donde se gestó y consumo la independencia de Haití.

Existen varios lugares comunes que identifican tanto los aciertos como los errores en los que incurre la escritora generalmente, primero empezaremos con los errores:

1.      Hablar de historia general, cuando Isabel echa mano de datos históricos termina confundiendo al lector, pues es capaz de mencionar algunos datos, luego saltarse a otros, volver a retomar pero sin un hilo conductor, más bien al libre albedrio y sin ton ni son.

2.      Al basar la primera parte de su libro en dichos datos históricos, te dan ganas de cerrar la lectura, y consultar datos  estructurados y confiables que te permitan tener un panorama  claro del tema tratado, en este caso Haití y su independencia. El hacer este ejercicio me permitió entender que quería decir la autora.

Los aciertos que fueron más, me permitieron terminar el libro con un buen sabor de boca:

1.      La construcción de personajes que se humanizan, es decir dejar de ser ficticios para tener una cara, un cuerpo, una voz; este es una de las virtudes de Isabel Allende, volver a sus personajes entrañables o memorables. El secreto es que a cada uno de ellos les infiere características de personas que conoce, el personaje Zarite podía tener algo de la misma Isabel Allende, Rosete la hija en la novela, puede tener reminiscencias a su hija Paula, así podríamos continuar.

2.      El cambio de escenario, en cuanto la novela se transporta a Estados Unidos se vuelve fluida, toma ritmo que permite gozar la lectura. Los escenarios que mejor maneja son Estados Unidos y Chile.

3.      Al dejar de lado los acontecimientos históricos y centrarse en las vidas de los personajes la novela cobra una dinámica diferente, volviéndose un libro entretenido.

Un libro que al final me hizo recordar porque me gustaban mucho las novelas de Isabel Allende, historias sin grandes pretensiones,  con personajes construidos entre una mezcla de fantasía y pimienta del clan Allende.

Chica ago-go